Gimnasia cerebral para pensar mejor

El cerebro humano es el responsable de todos y cada uno de nuestros movimientos, así como de los pensamientos que tenemos a lo largo de nuestras vidas. Fortalecer a este órgano es posible mediante la práctica de la gimnasia cerebral, la cual ayuda mejorar diferentes aspectos como aprendizaje o creatividad.


María de Lourdes Ramírez, miembro de la organización Brain Gym International, platicó para Tva.com.mx en que consiste la práctica de estos ejercicios:

"Existen 26 movimientos, los cuales están divididos en tres dimensiones, cada una de ellas activa una área específica de nuestro cerebro. Los beneficios que recibimos es de acuerdo a las necesidades de cada persona y su cuerpo"
Por otra parte, Luz María Ibarra autora del libro Gimnasia Cerebral, nos explicó que algunos de los resultados derivados de la práctica de estos ejercicios son: mejora en el aprendizaje, incremento en la memoria, ayuda en la mejora de las ideas, promueve la creatividad, estimula el cerebro y el sistema nervioso:
"Los ejercicios están basados en movimientos sencillos y estratégicos para activar muchas de nuestras capacidades mentales, convirtiéndose así en un enlace vital para el aprendizaje y el proceso cerebral".


Prácticamente cualquier persona puede realizar estos ejercicios. La escritora recalcó que a partir de los 5 años se puede comenzar a realizar los ejercicios, los cuales también son aptos para personas con déficit de atención, síndrome de Down, hiperactividad, Alzheimer y aquellos catalogados como emocionalmente incapacitados.


Algunos ejemplos de ejercicios que son aconsejables para nuestro músculo gris:

1. Bañarse con los ojos cerrados: Sólo con el tacto, localiza las llaves de agua, ajusta la temperatura del agua, busca el jabón, o el shampoo, etc. Verás cómo tus manos notarán texturas que nunca antes habías percibido.
2. Usar la mano no dominante: Come, escribe, abre la pasta dentífrica, lávate los dientes, abre el cajón con la mano que más trabajo te cueste usar. Péinate, báñate píntate, aféitate lava los dientes con tu mano no dominante.

3. Lee en voz alta: Se activan distintos circuitos que los que usas para leer en silencio.

4. Cambia tus rutas: Toma diferentes rutas para ir al trabajo, a tu casa.

5. Cambia tus rutinas: Haz cosas diferentes. Fuérzate a salir, conocer y charlar con personas de diferentes edades, trabajos e ideologías. Experimenta lo inesperado. Usa las escaleras en lugar del ascensor. Sal al campo, camínalo, huélelo.

6. Cambia las cosas de lugar: Al saber dónde está todo, el cerebro ya construyó un mapa. Por ejemplo, cambia el lugar la papelera; verás la cantidad de veces que tirarás el papel al viejo lugar.

7. Aprende algo nuevo: Cualquier cosa puede servir, aprende fotografía, cocina, yoga, estudia un nuevo idioma. Si te gusta, arma rompecabezas, tápate un ojo para que pierdas la percepción de la profundidad, por lo que el cerebro tendrá que confiar en otras vías.

8. Identifica las monedas: Pon en tu coche una taza con varias monedas diferentes y tenlas a la mano para que, mientras estás esperando en el semáforo, con los dedos trates de identificar la denominación de cada una.

9. Cambia de mano: Por ejemplo cambia el ratón de la computadora al lado contrario de donde lo usas comúnmente.


¿Por qué no abrir la mente y probar estos ejercicios tan sencillos que, de acuerdo a los estudios de Neurobiología del Duke University Medical Center, amplían nuestra memoria?